HONOR

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«¡Disciplina! Nunca bien definida y comprendida. ¡Disciplina! Que no encierra mérito alguno cuando la condición del mando nos es grata y llevadera. ¡Disciplina! Que reviste su verdadero valor cuando el pensamiento aconseja lo contrario de lo que se nos manda, cuando el corazón pugna por levantarse en íntima rebeldía, o cuando la arbitrariedad o el error van unidos a la acción del mando. Esta es la disciplina que os inculcamos, esta es la disciplina que practicamos, este es el ejemplo que os ofrecemos.»

miércoles, 12 de abril de 2017

“¡Lo voy a contar, coño; no es un gudari, es un cagari!”

Un veterano de la Guardia Civil en la lucha antiterrorista rememora la encarnizada detención hace 33 años del carnicero de Mondragón


















Como veterano jubilado, de la extinta unidad de élite de la Guardia Civil especializada en combatir a ETA en los años más sangrientos y duros de la banda, ha volcado en un foro de internet que comparte con otros colegas del instituto armado cómo fue la detención, el 15 junio de 1984, de uno de los etarras más feroces de la banda, Jesús María, Josu, Zabarte, conocido como el Carnicero de Mondragón. Tras la reciente entrega de armas en Francia por parte de ETA y haber leído unas declaraciones de Zabarte en las que se define, no “como un asesino”, sino como “un ejecutor”, y en las que subrayaba que él es “un gudari [guerrero, en euskera]” y que no se arrepiente de sus 20 atentados con 17 asesinatos, este veterano de la Guardia Civil quiere poner a cada cual como lo que fue.

Les recuerdo, que en la operación, que desmanteló el comando, desarrollada hace 33 años, un compañero de la Guardia Civil resultó herido de un disparo en el vientre y dos etarras muertos. Y que Zabarte, herido en una pierna, optó por entregarse a los Guardias Civiles, tras exhortar a gritos a sus compañeros a entregarse. Pero estos prefirieron morir al seguir disparando cuando se hallaban cercados dentro del piso de Hernani.

"¡Lo voy a contar, coño; no es un gudari, es un cagari! A este hijo de la gran puta, lo detuvimos el GAR y los Grupos ROJO del SIGC de Inxaurrondo, en Hernani tras un tiroteo de dos horas desde la puerta hasta la última habitación. Las cosas pasaron así".

“Al principio de todo, el tinglado estaba allí. El conductor del entonces Comandante Galindo, entró en el piso recibiendo un tiro en el vientre y se metió en la primera habitación a la izquierda, desangrándose. Tuvo que anudar unas sábanas y descolgarse por una ventana para ser atendido por los sanitarios”. “En tanto el GAR y los ROJO, ya estaban enfrascados a tiros, la munición se acababa y había que ayudar a los compañeros tirando cargadores a rastras por el pasillo [dentro de la vivienda]. Al final se decidió terminar con los dos etarras, que tiraban a la libanesa, uno con un Kalashnikov y el otro con un subfusil MAT-53 de fabricación francesa”.

“Con un lanzagranadas Instalaza, El Güerri, un teniente de los nuestros, les metió por la ventana dos granadas… Hubo una explosión por simpatía de algunos explosivos que tenían ellos y ardieron como la yesca. Recuerdo que al acceder a ellos, tenían las armas pegadas a los brazos”.

“Pues bien, el tercero en discordia era el súper macho éste llamado Josu Zabarte Arregui (el Carnicero de Mondragón). ¿Sabéis donde estuvo durante todo el tiroteo?”, “Al principio he contado que el conductor del comandante Galindo se desangraba en la primera habitación según se entraba por la puerta a la izquierda. Pues el etarra Zabarte lo estaba observando todo, porque en esa misma habitación había un zulo donde él se escondía tras un espejo chino, pues allí escondido estaba el muy valiente… 

Tuvo la oportunidad de rematarlo, pero no lo hizo. Y no lo hizo porque sabía que si lo hacía después iba él... Y cuando tras el tiroteo se produjo el registro del inmueble, allí le encontramos, tras el espejo y dentro del zulo, cagao de miedo, sí, sí, cagao físicamente, la mierda le corria patas abajo y con la pistola en la mano, que del acojono que tenía no la tenía ni montada. Así era y son estos carniceros...”.

“Cantó en los interrogatorios hasta la traviata, y sin tocarle ni un pelo. Su madre, que también fue detenida, recuerdo que le decía: “Hijo de puta, que has vendido a los tuyos... Y no sigo, pero queda claro quién es y era este sujeto, ¿no? Pues eso... Un hombre cuando mata, asume morir, pero este, cuando vio que también podía caer, se cago vivo. Ahora dice que es un gudari…aquel día fue en realidad un CAGARI". 


Zabarte salió de prisión en 2013 tras cumplir una condena de 30 años de prisión por 17 asesinatos. Entre ellos, cuatro policías nacionales que almorzaban en un bar de Rentería (Guipúzcoa). Después, paró la ambulancia que trasladaba a uno de los agentes heridos para rematarlo.

NOTA: Te recuerdo, que existen cuatro fotos tuyas, la pena es que son en blanco y negro, pero se ve perfectamente, como te limpias las patas, de la cagalera que te dio.

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